La luz del sol siempre será un elemento muy deseado en una piscina, ya que una piscina al aire libre y en sombra suele percibirse como muy fria y, por lo tanto, incómoda de usar para algunas personas.

El sol puede calentar un poco el agua de la alberca, pero el mayor beneficio será que estarás limpiando menos hojas cada día. Hay árboles de hoja caduca como el pino que tiran muchos kilos de hoja a la semana, por lo que tener tu alberca en un lugar soleado y lejos de los árboles te ayuda a que esté más limpia.

Una alberca que está al aire libre expuesta a corrientes de viento no sólo se ensucia sino que también se evapora, por lo que tendrás que rellenarla más frecuentemente. Además suele ser incómodo salir del agua y sentir el viento helado en el cuerpo. Un consejo es poner una cerca o vidrio alrededor de la alberca para bloquear el aire, otra forma de bloquear es plantar uno arbustos que decoren y bloqueen el aire, pero tomando en cuenta que sean densos y no suelten muchas hojas.